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Bitácora: partimos en la mejor onda Beach House, luego pegamos una arrancada a Egipto de los 70s, después nos vamos de polizontes en el barco de un irlandés errante. Seguiremos luego con tecno y dub desde el eje Detroit-Berlín y cerramos con una argentina que nos recuerda su paso por el festival En Órbita pero en versión refilo antes que la pandemia bajara la cortina de todos los recitales.

Artista: COLLEEN
Disco: The Tunnel and the Clearing
Sello: Thrill Jockey
Año: 2021

Del sitio https://pargueland.net/ “Cécile Schott lleva usando el moniker de Colleen desde el 2002 para fabricar mundos de sonido donde la premisa siempre parece haber sido el sueño y la luz. Ya sea por su insistencia en la melodía fantasmal sumergida en poderosos ecos o por el tratamiento ensoñador de las capas melódicas de sus canciones, la música de la francesa siempre ha sido una especie de tour de force de leftfield oblicuo y sanador. Pero ya lo sabemos, para llegar a la luz el viaje debe en algún momento acceder allí donde los héroes empiezan a pasarlo mal, el sueño nunca es un pulso constante y siempre cabe la posibilidad de que esa parte invisible de las curvas de la vida te devuelva con feroz velocidad a un lugar donde te ves a ti mism@ intentando recoger tus pedazos rotos para ver si vuelves a empezar. En el caso de Cécile esas curvas escondían sufrir las consecuencias de una pandemia lejos de casa, una enfermedad no diagnosticada y el final de una relación sentimental. “The Tunnel and the Clearing”, el último disco de Colleen para el sello Thrill Jockey de Chicago habla de ese viaje continuando la línea de sonido que tan bien maneja Schott, lo que pasa es que esta vez la calidad contemporánea de ensueño de sus composiciones se hace aún más palpable y espacial. Es como si ese halo de loops dulces y delicados de trabajos anteriores estuviera en continua batalla con sus aristas menos cómodas intentando darle sentido a lo que no se puede entender. Con uno de los setups más modestos que le conocemos la francesa recrea un sueño lúcido que parece nacer dentro del humo que terminó con los Black Ark Studios de Lee Perry, el disco en sí es un manantial donde los delays (dos para ser exactos) llevan a cuestas líneas de teclado y bases rítmicas que asombran como a los niños las golosinas de colores.”

Artista: OMAR EL SHARIYI
Disco: Oriental Music
Sello: Wewantsounds
Año: 2020

El codiciado LP instrumental clásico de culto del legendario músico egipcio Omar El Shariyi (también conocido como Ammar El Sherei), lanzado por primera vez en Soutelphan en 1976, es reeditado por Wewantsounds en vinilo por primera vez. Aquí, el icónico músico y compositor egipcio interpreta magistralmente seis composiciones clásicas de otra leyenda egipcia, Mohamed Abdel Wahab, a su manera, hipnótica. Incluyendo “Ana Wehabieby” (también conocida como Ana Wa Habibi), “Ya Wabour Koly” y el “Ahwak” que se hizo famoso por talentos como Abdel Halim Hafez o Fairuz. Usando teclados electrónicos tempranos como el Steelphon S900 o el Farfisa como se ve en la portada del álbum, El Sherei crea instrumentos instrumentales maravillosamente hipnóticos que combinan melodías tradicionales con instrumentación moderna, agregando elementos de jazz y pop en la mezcla. Alcanzando un estatus de culto a lo largo de los años entre los coleccionistas de música árabe y los buscadores de vinilos, ‘Oriental Music’ es ahora un álbum codiciado que tiene altos precios en la escena internacional. Esta serie de reediciones de música árabe está comisariada por el experto en música árabe de origen libanés Mario Choueiry (Institut du Monde Arabe en París). Como siempre, esto ha sido remasterizado recientemente y viene con ilustraciones originales.

Artista: ADRIAN CROWLEY
Disco: The Watchful Eye Of The Stars
Sello: Chemical Underground
Año: 2021
https://adriancrowley.bandcamp.com/album/the-watchful-eye-of-the-stars

Del sitio http://www.musicaenlamochila.net “Las características de poetas/músicos como Leonard Cohen, Nick Cave o Bill Callahan no tienen equivalencia en Europa: lo más cercano en estilo es Adrian Crowley, un irlandés/maltés cuyo noveno álbum es una réplica elegante de los rasgos comunes de los tres. Quizás debido a ello casi siempre ha podido contar con músicos y técnicos de prestigio para sus discos. Ahora produce John Parish “The Watchful Eye Of The Stars”, maestro de la aridez –arropado por gente de Portishead y por la logística de Chemikal Underground- que le viene como anillo al dedo para dar vida a sus narraciones, esta vez edificadas sobre personajes de savia marinera, de ésos en principio perdedores pero con un gancho literario –de Galway y Malta, subrayen- capaces de contar mucho entre sus silencios. Un polizón que en “Northbound Stowaway” se alimenta de agua de lluvia –y la lluvia es más dulce, y la sal se convierte en azúcar, cuanto más alto vamos-, un solitario en “Bread And Wine” con trabajos aquí y allá tocando en tugurios de la costa a cambio de pan y vino –entonación muy Callahan-, o una “Ships On The Water” que se abre como capítulos de un libro –seven days of solitude, feeling like a ghost-;postales de una vida a la deriva. Cada verso de Crowley abre una viñeta con el potencial de convertirse en un relato, y así, como los grandes, se atreve a poner títulos a sus canciones tal que “Underwater Song” o “Crow Song”. Por ello mismo le queda genial la letargia otoñal de “Take Me Driving” rindiendo pleitesía a uno de tantos proyectos de amor avistados en el camino, aunque justo antes, en la antes citada “Crow Song”, sentencia todo lo que quería expresar al narrar la historia de un cuervo con el ala lisiada al que curó y después dejó marchar; preguntándose qué había visto, y que verá cuando se haya ido. La soledad voladora. El mundo. “

Artista: CARL CRAIG & MORITZ VON OSWALD
Disco: Attenuator
Sello: Planet E Communications
Año: 2020
https://carlcraig.bandcamp.com/album/attenuator

Del sitio https://djmagla.com “Carl Craig y Moritz von Oswald presentaron su nuevo single colaborativo “Attenuator”. Los pioneros de la escena de la música electrónica se juntaron para expandir su visión musical con un lanzamiento que incluye versiones personales del material que ambos han estado grabando en diferentes encuentros en el estudio en Berlín y Detroit en los últimos dos años. Es una interesante oportunidad para ver el enfoque de estos dos grandes artistas: Mientras Carl Craig llevó los sonidos al mundo del techno, con detalles cálidos de pads y saxos, von Oswald aportó texturas más sutiles en un dub atmosférico realmente fresco”.

Artista: JUANA MOLINA
Disco: Anrmal
Sello: Crammed Discs
Año: 2020

Mientras la mayoría hace discos instrospectivos encerrados en sus hogares, la argentina se manda este, una de las últimas presentaciones antes de la debacle, El álbum, cuenta con nuevas versiones y arreglos de canciones de sus discos anteriores Halo, Wed21, Un día como así su último EP For Fun.
Del sitio https://www.gunkmusicmag.com/ , un extracto de una entrevista:
GM: “Abriste y cerraste aquella noche con “Un día”, que además tiene una frase que resuena: “Un día voy a ser otra distinta, voy hacer cosas que no hice jamás”. A 10 meses de aquel concierto, ¿qué te has permitido ser y qué cosas te has permitido hacer en este tiempo de encierro y de recapitulación que no habías sido y hecho antes?
Juana Molina: Bueno, pasó algo que creo que es compartido con la mayoría de los seres de este planeta. Hubo mucha introspección y también muchos momentos de profunda y verdadera paz, en los que al no haber ningún ruido, al estar el planeta como detenido, fue como si se hubiese desprendido y roto a pedazos lo superfluo, desde lo más trivial que puede ser el consumo. Es increíble cómo cayó. Eso a mí me da mucha alegría. También pasó con gente. Se redujo el grupo de amistades. Quedó lo más valioso. No sé si es algo que yo me hubiese propuesto jamás, como dice la canción. Lo que sí sé es que ahora, si mañana me dicen: “El fin de semana hay un show, tienes esta semana para ensayar, encontrarte con los chicos, preparar todo para retomar”, yo creo que no lo podría hacer.
GM: ¿Por qué?
JM: Porque estoy en otro estado. Creo que haría algo mucho más hacia adentro, íntimo, algo aún más oscuro, pero que de esa oscuridad salga algo. Es lo que vislumbro, hacia donde voy, un lugar parecido a algunos pasajes de los discos que hice, donde está esa abstracción.