Tag: CÉDRIC PIN + GLEN JOHNSON

Artista: SAMSON FRANÇOIS
Disco: Debussy: Piano works
Año: 2010
Sello: Erato
La catedral sumergida (1910) es un preludio para piano incluido en el primer libro de preludios del compositor francés Claude Debussy, quien escribió estas piezas como homenaje a Chopin tras cumplirse cien años de su nacimiento. Se trata de una obra que resume muy bien su ideal estético: una mirada hacia el pasado, proyectando cambios trascendentales para el futuro de la música. Aparecen en ella elementos arcaicos de la música modal, así como del organum del siglo X y elementos de músicas exóticas que serán recurrentes en su obra después de quedar electrizado con la Exposición Universal de París de 1889. Al mismo tiempo, anticipa usos del jazz modal (Bill Evans estudió a Debussy antes de tocar con Miles Davis) y la suspensión, abstracción, dinámicas y colores de próceres del ambient como Harold Budd o Brian Eno. Una pieza genial en forma de mosaico y un buen ejemplo de música programática: una imagen sonora, la de una vieja leyenda celta que decía que una catedral se sumergió frente a las costas de la Isla de YS, y que cuando el tiempo es favorable se eleva desde el mar hacia la superficie. A partir de ejemplos musicales y una bibliografía relacionada (textos sobre música, pero también cuentos, novelas o poesía), el taller “Escuchas panorámicas: ideas y procesos musicales” propone interpretaciones y reflexiones que serán discutidas en cada sesión. El objetivo es lograr una audición más profunda, analítica y gozosa gracias al descubrimiento y comprensión de ideas y procesos comunes a músicas de épocas y géneros diversos. El taller será impartido por el compositor y crítico Juan Pablo Abalo y por el periodista y músico Luis Felipe Saavedra todos los martes, a partir de octubre y durante 10 sesiones.
El programa completo y más detalles en https://www.facebook.com/events/2189506151284820/

Artista: AARON MARTIN
Disco: Touch Dissolves
Sello: Iikki
Año: 2018

Touch Dissolves es un diálogo fluido, del violonchelista Aaron Martin y el fotógrafo Yusuf Sevinçli. IKKII combina fotografía y música, y Touch Dissolves hace lo mismo, que consta de dos impresiones físicas (libro fotográfico y vinilo) y limitado a 500 copias cada una. El álbum también está disponible en vinilo, CD y como descarga, pero para aprovechar al máximo la experiencia, se recomienda que el libro se digiera solo, la música se escuche sola y luego se vea y se escuche junto
La fotografía a menudo acompaña y complementa la música, pero la imagen icónica de la portada del álbum, que en los años sesenta y setenta era una declaración de intenciones, y dio pistas sobre la música en el interior incluso antes de que bajaras la aguja, ha estado en declive, perdiendo parte de su importancia en los últimos veinte años. Sin embargo, los dos están en igualdad de condiciones aquí. Uno es tan relevante y tan valioso como el otro. Este disco lleva la música de vuelta a esa edad de oro, donde la imagen era igual a la música dentro del envoltorio. La música canta a la instantánea etérea y eterna, esa imagen atrapada en el control del tiempo, y la imagen dirige el nervio óptico de la melodía, no solo apoyándola, sino influyéndola.

Artista: JOHN MAUS
Disco: Addendum
Sello: Ribbon Music
Año: 2018

Del sitio https://www.mondosonoro.com “Si hay algo que hace que John Maus no entre dentro del perfil básico de revivalista crónico, es su intención de sumergirse en los ochenta bajo la idea de abrir la puerta a pasados perdidos y para nada recrearse en los ya conocidos. Solamente así es posible entender que su nuevo trabajo, compuesto de temas cocinados en las mismas sesiones del fabuloso “Screen Memories”, emerja como una abstracción psicofónica de la versión antártica del synth-pop de aura sci-fi tan en boga a comienzos de los ochenta. Desde el primer peldaño, “Outer Space”, queda definida esta vía, a la que da plena continuación en el resto de cortes que conforman este nuevo corte de mangas contra la ultra normalidad del actual escenario pop. Al igual que Ariel Pink -compositor de la fabulosa “Privacy”, octava pieza de este “Addendum“-, el profesor de filosofía ha forjado un personaje de sí mismo para armar canciones que invocan el carácter políticamente incorrecto de los hijos del post-punk original. ¿Qué más da que este nuevo disco suene como si Ian Curtis tuviera a John Foxx de paladín sinte? ¿Acaso no es una opción atractiva para todos nosotros? Bajo tan sugerente what if… llevado a la realidad, Maus se ciñe a una verdad universal: todos los profesores de filosofía están tocados del ala. Y algo así es lo que necesitamos para barrenarnos la quijotera. Ya sea desde la imaginería apocalíptica, como en la ballardiana “Dumpster Baby”, o el mismo vacío existencial invocado desde los gélidos contornos industriales del background sintetizado. Dicha simbiosis verbaliza un pulso interior distópico tremendamente revelador de la era Trump que, directamente, o por efecto mariposa, nos ha tocado vivir”.

Artista: CÉDRIC PIN + GLEN JOHNSON
Disco: The Burning Skull + Craquelure EP
Sello: Second Language
Año: 2018

Cédric Pin y Glen Johnson tocaron por primera vez juntos en 2005 como parte del grupo de culto, londinense, anglosajón “ghostrock”, Piano Magic. La programación de Pin y las contribuciones del teclado al álbum (posiblemente el más alabado) del grupo, “Disaffected” (que también presenta a Cédric como la estrella de la portada) fue instrumental para el coqueteo de la banda con el electro-pop en ese momento. El tema electro fue explorado con mucha mayor profundidad en el proyecto Pin y Johnson’s Future Conditional de 2007, del cual se lanzó un álbum, ‘We Do not Just Disappear’, en la edición de re edición de Factory Records LTM Recordings.
A pesar de que Pin se fue de Londres a la ciudad relativamente tranquila de Alès en la región de Occitania en el sur de Francia en 2008, se mantuvieron en contacto. Pin formó una familia y ejerció su talento para la pintura, mientras que Johnson continuó grabando y girando por Europa y más allá con Piano Magic. En 2009, este último también grabó un álbum debut como solista, ‘Details Not Recorded’ y cofundó un nuevo sello independiente, Second Language Music. Alrededor de 2013, los dos discutieron un nuevo álbum, aunque esta vez de electrónica más oscura y más esotérica, que se convertiría en el 37 ° lanzamiento de Second Language, ‘The Burning Skull. Con sus desafiantes juegos de palabras tocando los círculos de la vida, la muerte, la soledad, la depresión, la fraternidad, las abstracciones religiosas y la redención humanista, ambientados en intrincados entornos creativos, The Burning Skull no es rápido y fácil de separar. Sin embargo, la falta deliberada de compromiso efímero es en última instancia uno de sus mayores puntos fuertes. De manera gratificante, una vez que se abren paso, la habitación ofrece gradualmente un respiro complaciente del mundo exterior cada vez más binario y cargado.

Artista: OLAN MILL
Disco: Curves
Sello: Shimmering Moods
Año: 2018

Para Alex Smalley, “Curves” es el testimonio de un momento de transición personal y creativo, y al mismo tiempo el resultado de una “investigación de campo” de los orígenes de sus centros de arte sonoro en capas de guitarra y sintetizador. Como ya en “Land Cycle” y “Half Seas Over”, ambos publicados en 2014, la inspiradora fuente de las composiciones del artista inglés está estrechamente vinculada a la dimensión natural y, en ocasiones, a los lugares que visitó. Las piezas recogidas en “Curves” derivan de hecho de un viaje de Smalley a Myanmar, del cual sintetizan las dimensiones tanto física como espiritual. Este aspecto del drone generalizado en todo el trabajo se pone de relieve en un recurrente presencia en los tracks, que mientras se desplazan de dilataciones contemplativas, claramente dirigido a una elevación de meditación, hay falta de ondulaciones y condensación en vértices de tensión eléctrica ruidosas. La idea misma de la curvatura espacio-temporal que subyace al título y el tema principal de “Curves” es, por lo tanto, capturada por Smalley en la forma de un material de sonido con frecuencias cambiantes. Se agregaron capas de guitarra procesada, sintetizadores y voz para crear cápsulas de tiempo de ubicaciones y experiencias.

Artista: ENTOURAGE
Disco: Ceremony of Dreams- Studio Sessions & Outtakes, 1972-1977
Sello: Tompkins Square
Año: 2018

Si alguna vez has escuchado (o escuchado hablar) de Entourage Music and Theatre Ensemble, hay muchas posibilidades de que hayas escuchado a Four Tet. Hace casi dos décadas, el productor británico estaba revisando montones de registros en un mercado de pulgas de Londres, buscando samples entre los náufragos. Se encontró con The Neptune Collection, un lanzamiento desconocido de 1976 de la etiqueta Folkways. Con el enorme vórtice verde y púrpura del récord en el centro, el nombre de la banda en los flancos y el orgulloso pedigrí de Folkways, Four Tet se arriesgó. El primer corte del álbum, “Neptune Rising”, inmediatamente recompensó su riesgo. De hecho, su segundo pequeño riff de guitarra, tan agudo y quejumbroso suena como un arpa que se toca con una diapositiva de cuello de botella, se convirtió en el núcleo central de “She Moves She”, el himno innegable de Four Tet’s 2003 LP, Rounds. Entourage lo había usado veinte años antes, pero un ex colaborador escuchó la canción durante la presentación de baile de un estudiante, reconoció el gancho indeleble y alertó al guitarrista Wall Matthews, uno de los miembros sobrevivientes de Entourage. Conoció a Four Tet, aceptó (con cierto sarcasmo) su explicación de por qué no había despejado la muestra, y dio la bienvenida al goteo de efectivo y caché que llegó. Era el coqueteo póstumo, en gran parte anónimo de Entourage con una fama muy pequeña.

Artista: LES HALLES
Disco: Zephyr
Sello: Not Not Fun
Año: 2018

Bienvenida al maravilloso regreso de Les Halles, la identidad aérea del músico de Lyon Baptiste Martin, después de un año sabático de grabación, toma su nombre de un ligero viento del oeste, que evoca el espíritu cálido, ingrávido y susurrante de estos encantadores diseños electroacústicos. Al trabajar por completo con una computadora por primera vez, el banco de muestras de Martin aumentó tanto en profundidad como en detalle, dando a sus composiciones un enfoque más nítido y un grano más fino. Las flautas eslovacas tiemblan y brillan, compensadas con ondulantes flautas de PVC, campanillas y delicadas redes de delays. Es como si pudieras escuchar la fotosíntesis de flores monstruosamente enormes que solo se encuentran en enormes bosques lluviosos. O estar en un límite, o un perímetro, o un campo de fuerza, o un escudo. Es el sonido de un período de ausencia que dura, y es, toda la vida. Una ventaja de un mundo. Un paisaje de espuma cuántica, donde finalmente te alejas del centro del mundo, voluntariamente. Es el deslizamiento de la vida, del ego, del tiempo. En las montañas, en un velo, en una claridad, donde los monjes meditan y las cuentas de Instagram son prolijas, motivadoras y positivas. E incluso más allá de eso. Hay sufrimiento incluso en esta dicha. Todos huimos de la realidad; la vida te prepara para no vivir. Nuestro malentendido mutuo de nosotros mismos y de los demás significa que la música depende de una gran aproximación. Sin consenso, solo interpretación.
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