Bitácora: Este lunes lo iniciamos cortavenas, nos repondremos eso sà son canciones militantes, de la Francia de la primera mitad de la década del 70. Luego retomaremos algo que quedó trunco, la gran Tujiko Noriko está de vuelta, nos internaremos a la selva amazónica que no ha sido destruida aún. Cerraremos con melodÃas paganas como para prender una gran hoguera.
Este es el listado para este lunes
Artista: KEATON HENSON
Disco: Kindly Now
Sello: Play It Again Sam
Año: 2016
Del sitio https://muzikalia.com “Todo lo que se puede esperar de un artista de las caracterÃsticas de Keaton Henson está aquÃ, incluida la nana de rigor (“Good lustâ€, con sus bonitos arreglos de cuerda), para corazones abatidos pero orgullosos de seguir latiendo. Encuentra ocasión para el regodeo en la tristeza y lo hace a placer en “Polyhymniaâ€, más grandilocuente que efectiva para la ocasión, y extrema la sensibilidad en creaciones, ahora sÃ, emocionantes como “Old lovers in dressing romosâ€, para que nadie se refiera a él como el último cortavenas del pop. La verdad es que un poquito de eso hay en su música, pero si nos remitimos a las muestras de versatilidad demostradas que citamos al principio, puede que debamos concederle al londinense el crédito suficiente para que en la próxima entregue nos cuente algo diferente. O lo mismo, pero de otra maneraâ€.
Artista: Varios (Brigitte Fontaine & Areski, Alfred Panou & Art Ensemble Of Chicago, K. R. Nagati y más)
Disco: Mobilisation Generale Protest & Spirit Jazz From France 1970-1976
Sello: Born Bad
Año: 2013
Las llamas consumÃan todo el edificio y se derrumbaba lentamente. Nada sobrevivirÃa. De los escombros del viejo mundo saltaron los hijos de Marx y Coca-Cola, arrancando las rayas blancas y azules de la bandera francesa. Sin embargo, la revolución socialista fue más mÃtica que real y la música. Era hora de innovar. Si bien los singles de The Stones, The Who, The Kinks y MC5 proporcionaron una banda sonora incendiaria para la revolución, fueron los estadounidenses negros quienes realmente hicieron volar al mundo desde sus cimientos en los años 60. Ornette Coleman, Cecil Taylor, Eric Dolphy, Albert Ayler y Archie Shepp dejaron atrás el jazz de la generación de sus padres, liberando las notas, destrozando las estructuras, sumergiéndose de cabeza en improvisaciones furiosas, inventando una nueva tierra sin lÃmites. polÃtica. El free jazz dotó al saxofón del poder de destruir el orden establecido. En 1969, el Art Ensemble de Chicago llegó al Théâtre du Vieux Colombier en ParÃs y se encendió un nuevo fusible. Su multi-instrumentalismo hizo uso de una multiplicidad variada de “pequeños instrumentos” (incluyendo campanas de bicicleta, campanas de viento, tambores de acero, vibráfono y djembe: no dejaron piedra sin mover), que emplearon de acuerdo con sus inspiraciones. La aparición en el escenario del grupo también sorprendió. Llevaban boubous (vestidos tradicionales africanos) y pintura de guerra al poder de su música libre e hipnótica, directamente vinculada a sus raÃces africanas.
Artista: TUJIKO NORIKO
Disco: Kuro
Sello: PAN
Año: 2019
Del sitio https://www.clubbingspain.com “Kuro narra la historia de Romi, una mujer japonesa que vive en los suburbios de paris junto a su amante paraplégico Milou. “Atendiendo a Milou durante el dÃa y trabajando en un bar de karaoke por la noche, Romi recuerda un momento en que ella y Milou vivieron juntos en Japón con un misterioso hombre enfermo llamado el Sr. Ono. Al unir las historias personales, anécdotas y mitos, sus historias pronto se vuelven siniestras”, se explica en la sinopsis. “Cuando decidimos por primera vez “dividir” la pelÃcula en lo que podrÃa describirse como dos capas paralelas: la historia narrada y la historia visual, encontramos que abrió un espacio “intermedio”, un espacio donde lo que se escucha y lo que se ve luchan continuamente entre ambos. Imaginamos que el verdadero escenario de la pelÃcula surgirÃa de esta fricción, como algo imaginado y proyectado por el público. Después de algunas proyecciones, nos sorprendió cómo algunos miembros del público se referÃan a escenas o eventos en la pelÃcula que, para nosotros, no tuvieron lugar… Ambos pensamos en la música de Kuro como una partitura para este espacio intermedio”, comenta Joji Koyama. El álbum, formado por diecinueve cortes, fue compuesto y grabado al mismo tiempo que se montaba la pelÃcula e incluye colaboraciones de Joji Koyama, Sam Britton y Will Worsely. “Es una parte crucial e integral de la pelÃcula, ya que actúa no sólo como un pegamento para unir las capas de la pelÃcula, sino que junto con la paleta sónica del diseño de sonido de la pelÃcula, evoca las atmósferas claustrofóbicas y los momentos de belleza inquietante”.
Artista: VA
Disco: Jambú (E Os MÃticos Sons Da Amazônia)
Sello: Analog Africa
Año: 2019
De los sitios https://gladyspalmera.com y https://gps-sonoro.blogspot.com “Esto es lo más parecido a la crónica musical de una ciudad en todo su esplendor. La nueva compilación del sello Analog Africa es un recorrido por los sonidos de Belém, en el estado brasileño de Pará, una ciudad multicultural y vibrante con diversas influencias y comunidades. Carimbó, Samba de Cacete, Siriá o Bambiá son algunos de los muchos géneros musicales autóctonos mostrados aquÃ.
La ciudad de Belém, en el estado norteño de Pará en Brasil, ha sido durante mucho tiempo un foco de cultura e innovación musical. Belém, envuelta por la maravilla mÃstica de la selva amazónica y con vistas a la inmensidad del Océano Atlántico, consiste en una cultura diversa, tan vibrante y amplia como la propia AmazonÃa. Los amerindios, los europeos, los africanos y las innumerables combinaciones entre estas personas se mezclarÃan, e ingeniosamente pioneros en los géneros musicales como Carimbó, Samba-De-Cacete, Siriá, Bois-Bumbás y bambiá. Aunque dejados en los márgenes de la historia, estos sonidos exóticos y misteriosamente diferentes prosperarÃan en un universo paralelo propioâ€.
Artista: JUSTIN HOPPER & SHARRON KRAUS WITH THE BELBURY POLY
Disco: Chanctonbury Rings
Sello: Ghost Box
Año: 2019
Del sitio https://blogs.elcorreo.com “Pertenece a Chanctonbury Rings, un extraño álbum editado por el sello Ghost Box en el que colaboran los dos personajes, el escritor Justin Hopper y la cantante y multiinstrumentista Sharron Kraus, con la producción (y también con algún corte extra) a cargo del atÃpico proyecto electrónico Belbury Poly. Hay tantas cosas que aclarar que de alguna directamente pasaré, pero ataquemos el asunto por el principio: el Anillo de Chanctonbury es un castro prehistórico de West Sussex, en Inglaterra, envuelto en leyendas como la que asegura que allà se puede convocar con cierta facilidad al diablo. Hopper, el escritor, recita en el disco un texto «poético, autobiográfico y psicogeográfico» sobre sus experiencias en el Anillo, acompañado por las composiciones misteriosas de Sharron Kraus, que se mueven entre el folk bucólico y la electrónica psicodélica. De Sharron, por cierto, ya hemos hablado alguna vez por aquÃ. De cuando en cuando, ese fondo musical se emancipa, y asà llegamos a Wanderer, un interludio (de esa manera lo define el tracklist) en el que la narración de Hopper solo aparece de manera testimonial, al final. Lo que queda es una de esas canciones de folk oculto que tan bien resuelven los ingleses, ideal para vagabundear por los brumosos campos de Sussex o para bajar cabizbajo las escaleras de Altamira en plena madrugada, de vuelta del Bilbao BBK Live. Ah, leo que esos acordes tan caracterÃsticos que puntúan la canción están interpretados con un dulcimerâ€.
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