Bitácora: Empezamos de a poco a develar el segundo de los actos -artistas amigxs de Perdidos- que estarán en nuestro cumple 29 años 1 cuarto, 14 de diciembre en La Perrera. Y tenemos más creaciones 2024, unas muy tristes y otras más luminosas. Este es el potpurrí.
Artista: DADALÚ
Disco: Cerros
Sello: Kakakids
Año 2023
Dadalú es una reconocida cantante y compositora chilena, destacada por su capacidad para fusionar diversos géneros musicales y crear un sonido único y original. Activa en la escena musical desde 2003, ha trabajado tanto como solista como en colaboraciones con grupos como Colectivo Etéreo, Chica Kingkong y Juliarose. Su carrera se caracteriza por una profunda independencia artística: no solo produce sus propias canciones, sino que también compone los beats y las letras de sus temas. Su presencia en vivo es otro de sus puntos fuertes, lo que le ha permitido realizar giras tanto en Chile como en el extranjero. Dadalú ha sido reconocida internacionalmente, obteniendo convocatorias prestigiosas como el Gonzervatory, lo que subraya su impacto fuera de las fronteras chilenas. Hasta la fecha, ha lanzado tres discos: Periodo en 2011, Gato Naranja y Perro Amarillo en 2014, y El Mapa de los Días en 2020, además de varios EPs, como Jevi EP y Lo Bajo EP en 2014, Lanalhue EP en 2020, y el single Objeto de Deseo en 2019. Además de su música, Dadalú ha dejado su huella en el ámbito audiovisual, creando la banda sonora de la serie infantil Juguetes Desordenados y componiendo música original para la película Las Demás, dirigida por Alexandra Hyland. Su interés por las artes también se extiende a la educación artística, donde ha compartido sus conocimientos, y a la incorporación de elementos visuales en sus presentaciones, como el uso de bordados en arpillera. En resumen, Dadalú es una artista completa y versátil que ha sabido consolidarse como una de las figuras más destacadas de la escena musical chilena, gracias a su talento, independencia y creatividad.
Artista: THOM YORKE
Disco: Confidenza
Sello: Xl
Año: 2024
Del sitio https://www.mondosonoro.com “Esta es la segunda banda sonora completa de Thom Yorke, tras la de “Suspiria” (Luca Guadagnino, 18), y lo cierto es que amplía su rango expresivo respecto a aquella. Una veta más por explorar en la mente de un músico que seguramente ahora diversifica su caudal expresivo en más direcciones que nunca, si tenemos en cuenta también los dos notables trabajos publicados con The Smile. Habría que escuchar esto en sincronía con la película, claro, para encajar estos doce cortes en toda su hondura, porque apenas sabemos de “Confidenza” (Daniele Luchetti, 24) que se basa en la novela homónima de Domenico Starnone, que narra el affaire entre un profesor de secundaria y una ex alumna suya, hasta que esta le cuenta un secreto que nadie le había confesado: ese debe ser el meollo de la película. Y poco más. Podemos intuir que este halo de misterio tiene justificación en aquella trama. Porque solo hay un par de cortes con voz, que podrían recordar (aunque remotamente) a Radiohead: “Knife Edge”, con aires de nana, y “Four Ways”. (Knife Edge es de esas canciones comodines que aparecen cuando menos te lo esperas, coincidencia rara para el momento que puedas estar viviendo, de esas casi epifanías, bueno, cuántas canciones caen en esa categoría en tu vida, más de 5 a lo menos). El resto del minutaje brota diverso, con lucidos arreglos de cuerda y viento, cortesía de la London Contemporary Orchestra, y sin los devaneos electrónicos de su anterior soundtrack, aunque es de nuevo Sam Petts-Davies quien está a la producción. “Big City” me recuerda a Craig Armstrong del mismo modo que “In The Trees” me suena al David Sylvian más experimental. Asoma el free jazz (también figura Tom Skinner en los créditos) en “Letting Down Gently” y en el cacofónico tramo final de una “On The Ledge” que empieza en plan fanfarria balcánica, en una onda similar a “Nosebleed Nuptials”, que también participa de ese aire mediterráneo que a mí me trae a la mente a las bandas de música de los pueblos valencianos en fiestas, por extraño que pueda parecer. “Prize Giving”, con ese aire a big band al servicio de una superproducción cinematográfica de los años cincuenta o sesenta, es quizá la que más se diferencia de un tono general que, en cualquier caso, solo tiene en común lo sinuoso y enigmático de sus melodías
Artista: TIDIANE THIAM
Disco: Africa Yontii
Sello: Sahel Sounds
Año: 2024
El tercer LP de Sahel Sounds del guitarrista senegalés Tidiane Thiam lo une al beatmaker Ndiaye Moctar, quien respalda los floreos ornamentados de Thiam con tambores hipidos y reventados y grabaciones de campo ilusorias. “Africa Yontii”, que significa “África, es el momento” en pulaar, es un álbum esperanzador que sueña con la cooperación y nuevas oportunidades para la juventud del continente. Es un disco que lleva su filosofía en la manga: Thiam ha estado reelaborando sonidos folclóricos de pulaar, como canciones de boda y música de río, durante años, y aquí refresca su concepto con la ayuda de Moctar. El productor de estudio de M.N. Records es más conocido por hacer hip-hop, pero aquí se desliza hacia un nuevo modo, lanzando golpes saturados al estilo de “Grindin” y golpes de bajo staccato en “Néené Africa” y clics amaderados en el sinfónico “Oo Duna”. La forma de tocar de Thiam es expresiva en todo momento; Sin palabras, utiliza su hábil fraseo para cantar, como en ‘Malisadio’, una de las composiciones más cautivadoras del álbum, sin acompañamiento. En ‘Yangue’, se deja llevar por un ritmo alegre, tocando con la guitarra eléctrica de Samba Ba y la calebasse de Alioune Ba, mostrando su virtuosismo con un guiño sutil. De todos los álbumes que se lanzaron en 2020, pocos fueron más oportunos que Siftorde de Tidiane Thiam. La interpretación cruda y meditativa del guitarrista senegalés contrastó marcadamente con un caos sobre el que, honestamente, ya se ha derramado suficiente tinta. Con la calidad de grabación de campo como característica definitoria, escuchar que el siguiente trabajo de Thiam, Africa Yontii, sería un álbum de estudio completo no fue exactamente preocupante (con un trabajo de guitarra tan bueno como el suyo, es difícil preocuparse demasiado por el resultado final), pero había una pregunta sobre cómo este nuevo espacio expandiría el alcance de su música. En realidad, son los cambios más sutiles los que llevan a Africa Yontii a un nuevo nivel.
Artista: WILL GREGORY MOOG ENSEMBLE
Disco: Heat Ray – The Archimedes Project
Sello: Mute
Año: 2024
Heat Ray: The Archimedes Project es un álbum inspirado en la obra del matemático, físico, ingeniero, astrónomo e inventor griego Arquímedes, interpretada en sintetizadores analógicos por el Will Gregory Moog Ensemble con la Orquesta Nacional de la BBC de Gales. Will Gregory es el músico ganador del premio Ivor Novello, productor y cocreador de Goldfrapp y el Moog Ensemble ha estado actuando junto desde 2005. Mientras que la mayoría de los sintetizadores digitales modernos son relativamente consistentes en su sonido, los sintetizadores analógicos tienen una personalidad propia. Pueden verse afectados por la temperatura y vienen con maravillosa tecnología antigua como tubos de vacío, potenciómetros, válvulas y circuitos que pueden ser recalcitrantes. Pero cuando están de humor, producen gloriosos swoops, pitidos, arpegios metronómicos, phasing chirriante o mareado, todo lo cual puede sonar simultáneamente vintage y moderno; como una nave espacial hecha de madera y latón. Los nombres de los instrumentos ya son evocadores: Minimoog, Moog Voyager, Moog Sub 37, Korg 700s, Roland Promars Compuphonic, Prophet 6 y Roland JX3P. Los títulos de las pistas se inspiran en las numerosas invenciones de Arquímedes, como el tornillo, el rayo de calor y la garra, que inspiraron “espirales de melodía, estructuras circulares, secuencias y patrones”. El álbum recorre los exuberantes pastos de las bandas sonoras y la composición clásica, remontándose a pioneros de la electrónica como Delia Derbyshire y Wendy Carlos y a compositores más modernos como John Carpenter. El uso de la Orquesta Nacional de Gales de la BBC en pistas como “The Claw” evoca todo tipo de recuerdos de las partituras de Bernard Herrmann, como Jason y los Argonautas, con metales audaces, instrumentos de viento traviesos, cuerdas crecientes, pizzicatos y la duplicación de notas de sintetizador de bajo con timbales al principio es pura genialidad. Los suaves pulsos al comienzo de ‘Archimedes’ Screw’ son como gotas de lluvia electrónicas que se acumulan hasta formar un torrente de componentes electrónicos en colisión; una descripción musical perfecta para la invención cuyo eje cilíndrico y tornillo interno giran para levantar agua. ‘Heat Ray’ logra transmitir la intensidad de la energía solar enfocada y el arco del sol; como tener una granja solar apuntando directamente hacia ti, y ‘The Sand Reckoner’ es lo más cercano a cómo imagino que las matemáticas se traducirían en sonido que puedes llegar a estar.
Artista: LORENA ÁLVAREZ & ALEJANDRO PALACIOS
Disco: Paisajes para torcer el reloj
Sello: Not Not Fun Records
Lorena Álvarez & Alejandro Palacios, es un dúo chileno de música instrumental improvisada, en el que ella se encarga de los teclados y él de la trompeta, la guitarra eléctrica y los efectos electrónicos. Coincidieron artísticamente por primera vez en 2022 en Nieve & Smog, un ciclo de residencias musicales creado en Santiago de Chile en 2016. Después de un mes de trabajo en la residencia, en abril de 2022 ofrecieron su primer concierto público y una semana después de dicho concierto grabaron las seis piezas que conforman los casi cincuenta minutos de duración de “Paisajes Para Torcer al Reloj”, publicado a través del sello californiano Not Not Fun Records. Simplificando mucho, su propuesta conjunta entra dentro del ámbito del downtempo, por su sonoridad ambient y el ligero patrón rítmico que lo acompaña. De hecho, en su caso, entre los referentes que sobrevuelan su trabajo pueden figurar tanto Jon Hassell como Robin Guthrie. Ellos, por su parte, incluyen, además, entre sus influencias a Terry Riley y Don Cherry. El álbum comienza con la pieza que da título al disco, de poco más de trece minutos de duración. Esta y la última, “Los dorados pantanos infinitos”, de longitud similar, son las más largas del disco. Y todas están elaboradas sobre bucles que se repiten hipnóticamente. Pero al contrario de lo que entendemos habitualmente como downtempo –del que tal vez podrían ser ejemplos canónicos Bonobo o Boards Of Canada–, en vez de ritmos suaves y sedosos y delicados samples jazzy, lo que encontramos es un premeditado sonido lo-fi. Recordemos: no es una grabación de concierto en directo realizada con pocos medios, sino un trabajo elaborado días después de su debut. Hay, en realidad, algo de primitivo y rugoso en su sonoridad, como una niebla perversa que esconde amenazas inciertas. Se diría, incluso, que se ha grabado buscando una resonancia amenazante, como la de un túnel, una cueva o una cisterna de agua abandonada, como la Dan Harpole que empleó Pauline Oliveros para experimentar con reverberaciones.
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