Bitácora: Esta emisión de inicio será con uno de los que va para álbum del año, luego nuevos experimentos franceses gentileza de Romain Meril, luego un repaso obligado a la obra del gran Count Ossie, otro repaso con una de los dúos más innovadores a tal p8nto que si no fuera por ellos los MBV quizás dónde habrían terminado. Y cerraremos con un homenaje a un cineasta experimental que ya no está con nosotros.
Artista: JAMES YORKSTON, NINA PERSSON
Disco: The great white sea eagle
Sello: Domino
Año: 2023
Del sitio http://www.undiscoaldia.com: “A veces, las grandes ideas surgen de felices accidentes. James Yorkston y Nina Persson no habían trabajado juntos y nadie había pensado de antemano en la incorporación de la cantante de The Cardigans para esta nueva hechicería entre el bardo escocés y sus camerísticos amigos nórdicos, con los que hizo muy buenas migas para The wide wide river (2021). Pero el nuevo cancionero de nuestro hombre de la eterna visera había nacido por vez primera al piano en lugar de la guitarra, y su carácter más íntimo y contenido parecía sugerir el contrapunto de una segunda voz femenina. De ahí que los Second Hand tirasen de agenda y le propusieran la aventura a la amiga Persson, que enseguida pasó de colaboradora a cómplice y, de ahí, a copartícipe. Y qué bien que de esa carambola podamos encontrarnos ante este monumento a la hermosura. Las voces de Yorkston y Persson se parecen poco, pero maridan como si hubieran pasado media vida esperándose. La de él es desvencijada, tal que si fuera a resquebrajarse en cualquier momento y solo quedase una ristra de pedacitos pequeños. La de ella es trémula pero también firme, mucho más precisa pero siempre tan acogedora como el más estrecho de los abrazos. James protagoniza momentos en solitario particularmente conmovedores, como la queda y bellísima A sweetness in you o esa lenta y solemne A forestful of rogues, que parece quedar casi suspendida y gravitando en la estancia. Pero cuando los dos protagonistas se superponen, como en Mary, la traviesa Keeping up with the grandchildren, yeah (que parece coescrita junto a Belle and Sebastian) o la pastoral y sublime The harmony, todo cobra el más cabal de los sentidos. Hay muchos discos intimistas, sin duda. Son muy pocos, en cambio, los que logran implicar y paralizar al oyente como acontece aquí. Por ejemplo The great white sea eagle, el tema titular, es un largo recitado de Yorkston, casi un susurro, que desgrana un emotivo mensaje de redención mientras sus amigos hacen uso de instrumentos y tarareos en un pianissimo sostenido.”
Artista: FINE LAME
Disco: Fine Lame EP
Sello: Microcultures
Año: 2022
Gentileza del amigo Romain Meril, otra joyita lanzada….
Fine blade acaba de publicar un EP febril, habitado, que vuelve, como un elefante en una cacharrería, a nuestros oídos ya nuestra cabeza para destrozarlo todo. Todo comenzó con un single abrasivo y poseído, con una poesía alucinante e imágenes penetrantes. Damos vueltas en la noche y somos devorados por el fuego, el single en cuestión nos había puesto de rodillas, sin poder entender cómo una música tan fuera de lo común nos pudo haber dado tal bofetada. La sociedad. Por otro lado, hay 3 músicos, a saber, Mathias Bourre, Thomas Gendronneau y Frank Quintard que le dan la respuesta con una música epiléptica, relativamente cruda (está en la producción “desnuda”), visceral, rock o cabaret ruinoso (en la bellísima, y en inglés, Queja de una pequeña araña), extrañamente experimental y sobre todo totalmente cautivadora. Estas dos entidades se nutren mutuamente, se unen en un jazz desestructurado completamente dirigido por una energía por restaurar, la de aquellos que ya no tienen nada que temer. Así encontramos ritmos casi techno/trance, luces provenientes de ráfagas de teclado, una música que llega hasta el fondo del corazón y que en consecuencia alimenta y empuja el nuestro. El aspecto teatral de las voces impone una presencia carismática que podría compararse con la de un tal Jacques Brel (como hemos visto en versiones en directo, lo que nos lleva a pensar que, quizás, este EP haya sido también captado en directo).
Artista: COUNT OSSIE
Disco: Grounation
Sello: Ashanti Records / Soul Jazz
Año: 1973 // 2022
Count Ossie es uno de los verdaderos antepasados de la música jamaicana tal como la conocemos, estableciendo un modelo para el sonido espiritual y centrado en la percusión de Nyabinghi como una extensión musical de la práctica religiosa rastafari. Desde una comunidad de forasteros en Wareika Hill, Ossie y sus compañeros se integraron lentamente en la cultura musical jamaicana y grabaron sencillos para gente como Coxsone Dodd, pero fue con la formación de The Mystic Revelations Of Rastafari y la grabación de Grounation. en 1973 que Ossie consolidó su legado. Ahora Soul Jazz está reeditando este álbum histórico como una edición triple de 12?.
Artista: COUNT OSSIE
Disco: Tales Of Mozambique
Sello: Sheila Music / Soul Jazz Records
Año: 1975 / 2016
Soul Jazz Records está lanzando el álbum seminal de 1975 de Count Ossie and The Mystic Revelation, Tales of Mozambique, en un álbum doble expandido/CD único/formato digital, completamente remasterizado y con la inclusión de dos pistas únicas extra raras, notas completas, fotografías exclusivas y entrevista.
Count Ossie es el personaje central en el desarrollo de la música de raíces rastafari, hoy en día una figura casi mítica e icónica. Su importancia en llevar la música rastafari a una audiencia populista solo se compara con la promoción de la fe de Bob Marley a nivel internacional en la década de 1970.
Los bateristas de Count Ossie tocaron en el primer sencillo lanzado comercialmente que integraba la música tradicional rastafari con la música popular: la innovadora canción del grupo vocal The Folkes Brothers ‘Oh Carolina’, grabada para el productor Prince Buster en 1959. En 1966, sus bateristas saludaron la trascendental llegada de Haile Selassie en el aeropuerto de Kingston.
Artista: AR KANE
Disco: Americana
Sello: Luaka Bop
Año: 1992 / 2023
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La retrospectiva del dream-pop de Kane de 1992 recoge montones de canciones divinas de sus dos primeros álbumes y primeros sencillos, recopilados como su presentación en Estados Unidos para Luaka Bop de David Byrne. En particular, la primera banda en acuñar el término “dream pop” a raíz de los clásicos de creación de plantillas de Cocteau Twins y This Mortal Coil, el dúo de Alex Ayuli y Rudy Tambala’s A.R. Kane le dio al sonido una psicodelia urbana que se difuminaba y se desvanecía en los intervalos entre el jangle indie shoegaze, el free jazz y el acid house con su tekkerz recortado sampledélico, como se encuentra en 4AD y Rough Trade. Su colección ‘Americana’ de 16 pistas llegó en 1992 para cautivar al mercado estadounidense en Luaka Bop, la legendaria aventura discográfica exploratoria de David Byrne, quien claramente escuchó algo del ritmo pop suss de Talking Heads y su pasión por los estilos afroamericanos de vanguardia se arremolinaron en AR la música de Kane, que también se había filtrado en el subconsciente cultural más amplio a través de su superclásico de los 80 como M|A|R|R|S; ‘Pump Up The Volume’ con miembros de Colourbox.
Artista: RAUM
Disco: Daughter
Sello: Yellowelectric
Año: 2022
No se las podían llevar taaan peladas en el primera emisión del año fiscal 2023. Recién terminamos los especiales suicidas y cerraremos la sesión de lunes 6 con una oda al vuelo más planeador, el ambient recuerda esos paisajes del disco Just for a day de los Solowdive, elixir de los trips más desencajados.
Tras el impresionante lanzamiento de Grouper Shade del año pasado, Liz Harris, junto con Jefre Cantu-Ledesma, con sede en San Francisco, se reúnen para el segundo lanzamiento de Raum que está dedicado al difunto Paul Clipson, un cineasta experimental que falleció en 2018. Compuesto por siete piezas. , la música está pensada para reproducirse sin interrupciones ya que las pistas se mezclan entre sí dando a todo una sensación de continuidad. La música es sombría y profunda con ecos de pianos, grabaciones de campo y bucles, creando un dron minimalista de baja fidelidad que captura el dolor que se siente por la pérdida de un amigo. La pista de cierre del disco, “Passage”, son veinte minutos de una inquietante melodía de piano sobre un zumbido silencioso pero distorsionado que le da al oyente una sensación de finalidad. Un lanzamiento maravilloso y un tributo conmovedor a Paul.